"¡Oh, cuerpo mío, haz de mí, siempre, una mujer que interrogue!".
“El mundo de la vida cotidiana no sólo se da por establecido como realidad por los miembros ordinarios de la sociedad en el comportamiento subjetivamente significativo de sus vidas. Es un mundo que se origina en sus pensamientos y acciones, y que está sustentado como real por éstos“ .
“El hombre participa en la vida cotidiana con todos los aspectos de su personalidad, de su individualidad; con todos sus sentidos, con todas sus capacidades intelectuales, sus habilidades manipulativas, sus sentimientos, pasiones, ideas e ideologías”.
Todo vivir humano se constituye y configura en el lenguaje, en el fluir emocional y en las conversaciones que los realicen, generando un mundo en que existimos como un mundo de acciones posibles en la concreción de nuestra actividad corporal como seres humanos”.
“El conocimiento de las informaciones o elementos aislados es insuficiente. Hay que ubicar las informaciones y los elementos en su contexto para que adquieran sentido. Para tener sentido la palabra necesita del texto, que es su propio contexto; y el texto necesita del contexto donde se enuncia”